Como parte de nuestro programa de seguridad y prevención, hemos querido abordar un tema que nos resulta recurrente, del cual recibimos muchas consultas de las familias, sobre todo cuando comienzan las actividades laborales de marzo y muchas familias deben considerar la compra de una “silla para bebés” para poner en sus vehículos.
Para ello nos hemos puesto en el lugar de las familias, efectuado preguntas y buscado las mejores fuentes para documentar las respuestas. Hemos evaluado y considerado lo que señala la Academia Americana de Pediatría http://www.aap.org y el Consorcio Nacional de Seguros.
¿Cuál es la silla de auto más segura?
La seguridad está dentro de las primeras prioridades de nuestra vida, más aún si se trata de cuidar a los niños. Los viajes en auto son una de las instancias más peligrosas para ellos.
Para protegerlos, los padres deben tener claro cuáles son las mejores sillas de auto. Éstas deben ser fáciles de usar, adecuadas a los asientos y a los cinturones de seguridad del automóvil, y del tamaño adecuado para la edad del niño.
¿Mirando hacia atrás?
Lo fundamental es que el niño, hasta que pese al menos nueve kilos o cumpla un año de edad, debe quedar mirando hacia la parte trasera del auto. Así se reduce el riesgo de lesión de columna cervical en caso de choques. La parte más segura para colocar la silla es en el asiento del medio, ya que los asientos laterales son más vulnerables frente a un impacto.
¿Quiénes deben usar la silla?
Los lactantes pequeños y los prematuros no deben ser colocados en sillas de autos que tengan elementos como: protecciones anteriores, almohadillas abdominales o apoya brazos que puedan tener contacto con la cara o el cuello durante el impacto.
A partir del 22 de marzo de 2007, la ley de tránsito en Chile dispuso la obligatoriedad del uso de sillas especiales para los niños de hasta cuatro años, ya que el uso de éstas reduce hasta en un 50% la mortalidad en los accidentes de tránsito.
Una paradoja, cuidado con los Air Bag.
Los autos con «air bag» (bolsa de aire) pueden ser peligrosos para los niños. Para prevenirlo, coloque la silla de auto mirando SIEMPRE hacia la parte posterior; NUNCA debe ser colocada en el asiento delantero (copiloto) de este tipo de vehículos.
Esto para prevenir el riesgo de muerte o daño severo secundario al impacto del «air bag» contra la silla.
Inclinación de 45 grados
La silla donde viaja el niño debe estar inclinada hacia atrás, en 45 grados. Como aún no todos los autos tienen el sistema para poder colocarla en esa posición, ubique un rollo firme de género o una toalla enrollada bajo la silla, al nivel de los pies del niño, para asegurar este ángulo.
Según el peso y la edad
Dependiendo de la edad y del peso del niño, existen diversas sillas para autos. Hay que chequear para qué edad y peso es la silla que está usando su hijo y, una vez cumplido el ciclo de ésta, DEBE RENOVARLA. En seguridad no debemos ahorrar. La silla sólo puede ser usada mientras corresponda al tamaño y peso del niño.
Es decir, las orejas deben quedar bajo la línea superior del respaldo y los hombros bajo las ranuras de los cinturones de seguridad.
Otras recomendaciones para padres
Leer el manual del vehículo cuidadosamente y las indicaciones que se establecen para sujetar a los niños. Revisar la silla de seguridad para un adecuado y seguro ajuste en el auto. La idea es evitar potenciales problemas que pongan en peligro la vida del niño por incompatibilidad entre el diseño de la silla, el vehículo y el sistema de cinturones de seguridad.
Tener claro que el asiento posterior del auto es el lugar más seguro para que el niño, de cualquier edad, viaje tranquilo y más protegido.
Un lactante NUNCA debe ser dejado sin observación en una silla de seguridad.
Saber que los productos existentes sujetan efectivamente durante accidentes de tránsito y disminuyen los daños, si se usan adecuadamente. Para mayor información, puede solicitar a su pediatra al respecto.
Con estas recomendaciones esperamos haberle ayudado en vuestra decisión de compra e instalación de una silla de auto, indispensable para evitar o minimizar lesiones en los pequeños.